ESTRATEGIA POLÍTICA DE SEGURIDAD DEL ESTADO
- fact22ec
- 12 ene 2024
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La competencia estratégica para un nuevo orden internacional se inició hace muchos años y el mundo se encuentra en un punto de inflexión, los desafíos y oportunidades sin precedentes que se enfrentan determinarán el desarrollo nacional e impactarán en la seguridad y la prosperidad del pueblo ecuatoriano para las generaciones venideras.
La estrategia política de seguridad nacional describe cómo se puede aprovechar las capacidades del Estado para promover los intereses vitales de Ecuador, neutralizar amenazas, abordar desafíos compartidos y establecer objetivos firmemente encaminados hacia un futuro más próspero.
Hasta hoy el país no se preparó para ello; los desafíos que afectan el interés nacional y a las personas en todas partes del país exigen una mayor cooperación interna; siendo indispensable asumir cada uno sus responsabilidades en un momento en el que se ha vuelto todo más difícil, hoy más que nunca la necesidad de liderazgo es indispensable.

Sabemos que actualmente somos vulnerables ante los caprichos de quienes no participan de la visión de un país libre, pacífico, próspero y seguro; es real, pero esto debe cambiar: la respuesta ante esta omisión histórica, es liderar en todos los niveles con valores y trabajar al mismo ritmo con todos aquellos que compartan el interés nacional; no es posible ni admisible abandonar el ideal de un futuro mejor.
Mientras el mundo aún sigue atravesando los impactos residuales de la pandemia y la incertidumbre económica global se mantiene, la nación mejor posicionada para incrementar su resiliencia es aquella que planifica integral y sistémicamente su desarrollo y seguridad; razón por la cual debemos cambiar el tradicional desinterés político por cooperar, integrarse o coadyuvar a la materialización de los objetivos nacionales del Ecuador.
Se debe reconstruir la economía nacional desde abajo hacia arriba (parroquia hasta gobierno central) y desde el medio hacia afuera (ciudad a las fronteras). Hacer inversión generacional para mejorar los valores, tanto como para incrementar la infraestructura y el patrimonio histórico de la nación; especialmente inversiones en innovación para extender las ventajas competitivas para el futuro.
Es necesario insertarse en el nuevo escenario mundial y por medio de asociaciones con diferentes países, amplificar la capacidad para responder a desafíos compartidos y abordar los problemas que impactan directamente la vida de miles de personas e intereses del país.
Si el país es devastado repetidamente por desastres naturales, muchos futuros enteros quedan destruidos. Si los padres ya no pueden alimentar a sus hijos, nada es más importante para la sociedad. Y como ya se experimentó, cuando las enfermedades pandémicas proliferan y se propagan, empeoran las desigualdades y se paraliza el país entero.
Se debe dar prioridad a liderar la respuesta planificada de carácter nacional a estos desafíos junto con todos los niveles de gestión de la administración pública sea este el gobierno central o los descentralizados, incluso efectuar esfuerzos concertados para rehacer las formas en que tradicionalmente se relacionan entre sí; en la lucha por el futuro del país, se tiene la vista clara sobre el alcance y la gravedad de este desafío.
El crimen organizado transnacional alberga la intención y, cada vez más, la capacidad de remodelar el orden político interno por uno que incline la administración estatal a su favor, incluso cuando Ecuador sigue comprometido a gestionar la coordinación entre los poderes del Estado de manera responsable, esta amenaza está presente; es potencial y latente.
La guerra brutal provocada por las bandas delincuenciales ha destrozado la paz en el Ecuador y ha impactado la estabilidad en todas partes del país, y sus imprudentes amenazas ponen en peligro la paz y estabilidad social.
La corrupción está trabajando horas extras para socavar la democracia y estabilizar un modelo de negocio marcado por la represión interna institucional y la coerción política.
Estas amenazas creen erróneamente que la democracia es más débil que su poder económico basado en la violencia y compra de conciencias; pero no comprenden que el poder de una nación surge de su gente. Ecuador es fuerte porque su pueblo es fuerte y junto a su dinámica riqueza intercultural hace a su población resiliente y creativa.
La fuerza pública sigue siendo insuperable y se debe mantener así, como parte fundamental de la democracia. Y si es la democracia la que permite reinventarse continuamente y renovar esta fuerza; es necesario defenderla en todo el país, incluso en aquellos lugares donde la presencia del Estado ha sido permanentemente débil o peor aún, ha sido suplantado por otros organismos ilegales.
Debemos invertir e impulsar la competitividad a nivel nacional, atrayendo a soñadores y luchadores de todo el país. Es clave asociarse con grupos que compartan la creencia fundamental que el orden de la ley es la base para la paz y la prosperidad nacional.
Por lo tanto, el liderazgo legal para abordar los desafíos de hoy y de mañana, con visión y claridad, es la mejor manera de lograr resultados en el corto plazo para el pueblo ecuatoriano.
Se trata de una estrategia política que enfrenta un mundo tal como es hoy: volátil, incierto, complejo, ambiguo, tecnológico e hiperconectado; para trazar el futuro anhelado y proporcionar una hoja de ruta sobre cómo lograrlo, aprovechando las ventajas que nos presta la visión de un ambiente tecnológico y multidominio.
Esta nueva visión sistémica de la seguridad, entrelaza las bases de información de todas las instituciones estatales de manera segura; apoya el análisis holístico que necesitan dichas instituciones; facilita su planificación, la toma de decisiones y con apoyo de inteligencia artificial les crea los escenarios pertinentes y oportunos de acuerdo a sus atributos y facultades.
El iniciar y potenciar el conocimiento de la realidad del país a través de la implementación de un verdadero sistema de seguridad nacional con componentes operativos de seguridad humana, defensa, inteligencia, riesgos, salud, educación entre otros, nos dará una ventaja competitiva al poder procesar los riesgos reales y potenciales con la pertinencia y oportunidad que la toma de decisiones político estratégica nunca ha tenido.
Une todas las capacidades institucionales a través de un plan nacional de seguridad del Estado; que bajo objetivos comunes se implemente y ejecute de manera desconcentrada, logrando la estandarización de la respuesta a las necesidades específicas en territorio, pero con capacidad para sincronizar y coordinar los ámbitos institucionales; de modo tal que se sumen en sinergia para crear un real sistema nacional de seguridad.
Nada de esto será fácil ni estará exento de contratiempos. Pero se debe poseer la confianza en que se tiene todas las herramientas cognitivas, físicas y tecnológicas que se necesitan para ganar la batalla a las amenazas del siglo XXI; que utilizadas con una planificación política estratégica pertinente y oportuna crearán la unidad, complementariedad y organización que se precisa para lograr el efecto político deseado.
Se saldrá más fuerte al final de esta crisis y no habrá nada más allá de la capacidad y virtud del pueblo ecuatoriano. Se debe y se puede hacer esto, por nuestro futuro y por el país que le debemos a nuestros hijos.
No repitas las tácticas con las que has ganado una victoria, sino deja que tus métodos sean regulados por la infinita variedad de circunstancias. (Sun Tzu)
Franz TOLEDO Carrión
Capitán de Navío (sp)
Ingeniero Banca y Finanzas-MBA
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